El clima frío y la falta de protección hicieron que varias personas decidieran actuar rápidamente. “No podíamos dejarlo allí, empapado y con hambre,” comentó Laura Martínez, una vecina que fue de las primeras en ver al perro. Junto a otros vecinos, le dieron alimento, lo secaron con mantas y lo llevaron a un lugar temporal hasta que se pudiera encontrar un hogar definitivo.
El caso generó una ola de solidaridad en la comunidad. Muchos ofrecieron ayuda y difundieron fotos del animal en redes sociales para lograr su adopción. Esta historia ha servido para recordar la importancia de la responsabilidad y el cuidado de las mascotas, sobre todo en condiciones adversas como las de esta jornada lluviosa. Además, el acto de rescate también inspiró a otros a colaborar con refugios locales, que luchan a diario para proteger a los animales abandonados.